En muchos cursos, charlas, libros, artículos y blogs, nos
inducen, recomiendan y enseñan a motivar a nuestros equipos, colaboradores y
compañeros.
Cuando? A quién? Cómo? Por qué? Para qué? Todas son preguntas
con contestaciones claras en esos tratados.
Pero, cuando necesitamos nosotros motivación, no siempre es
posible obtenerla y más que nunca es importante saber motivarte a ti mismo.
Muchas veces nuestra experiencia, trayectoria o trabajo es
largo e individual. Similar a la de un corredor de maratón. Mucha distancia,
tiempo y con todo tipo de pensamientos en esa “competición”
Hace unos días con motivo de la maratón de New York, en un
diario aparecían los trucos que algunos corredores utilizaban, y que en algún caso
pueden ser “importadas” a nuestro día a día.
Había quien llevaba gomas en la muñeca. Cada vez que le
venía un pensamiento negativo estiraba fuerte de la goma y la soltaba con el
pequeño dolor subsiguiente. El objetivo era ser consciente de cuando le llegaba
un mensaje de desmotivación y emplear un mecanismo hasta eliminarlo.
Muchas veces nuestro propio subconsciente se puede convertir
en nuestro mayor aliado o enemigo y hay que trabajarlo.
Otro de los “trucos” era partir la distancia de más de 40 Km
a tramos de 5 Km, y en cada tramo un objetivo o medio diferente. En uno hacer el
mejor tiempo, llevar un tipo de música, enfocarse en la respiración, etc.
Convertir un objetivo grande en diferentes pequeños que
puedas ir visualizando y “premiarte” a
medida que vas consiguiendo llegar a los objetivos parciales. En mi caso, es el
mejor truco, para no caer en uno de los problemas más frecuentes que es la ansiedad
(muy recurrente en toda persona muy orientada a resultados)
Y vuelvo a la pregunta inicial...y tú, como te automotivas?
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